HUELLA DIGITAL DE LA CIUDAD VIEJA DE MONTEVIDEO

CAFE BRASILERO

El café mas antiguo de la ciudad de Montevideo (año1877), capital de la República Oriental del Uruguay.
Restaurado a fines del siglo XX por el arquitecto Angelo Drago a pedido especial de su señor padre, propietario del mismo, reformulando su carácter desdibujado por quien en ese entonces lo llevara a la ruina. Desde esos tiempos el "Café Brasilero", de la mano de la Familia Drago que sigue siendo su propietaria, vuelve a sus orígenes formales que tanto lo caracterizaron.
Existe gran número de reportajes que refieren a la vida de este café, y en los mismos aparecen versiones absolutamente improvisadas de todo tipo, que más que aportar datos ciertos, sólo sirven para desdibujar la verdadera historia que encierran sus paredes.
Lo que es verdaderamente cierto es que detrás de la fachada de roble de Ituzaingó 1447, a cien metros de la Catedral Metropolitana, existe otro recinto “sagrado”, y que son tres los siglos que testimonian su permanencia.
Cuando hablamos de sus inicios (siglo XIX), aun no había surgido el Art Nouveau, estilo hermoso y por cierto muy fugaz de la arquitectura europea de mediados de la segunda década del siglo XX. Por tal motivo es posible afirmar que el “Café Brasilero”, tuvo un antes en el siglo XIX y un después durante los siglos XX y lo que va del XXI, tal cual se le conoce hoy.
Este espacio de base rectangular con cuatro paredes de inmensos ladrillos, de piso de madera machihembrada clavada en tirantes de pino tea sobre bovedillas cerámicas, perfectamente construidas sobre perfilería metálica, descargando en enormes vigas de hierro sobre pilares del mismo material fundido, que transportan todo el peso puntualmente en la roca a más de cinco metros de profundidad, es testigo silencioso de su historia, de la verdad irrefutable que se tergiversa de acuerdo a los reporteados de turno.
Pese a todo, y como se lee en uno de los libros de la Historiadora María Emilia Pérez Santarcieri, el “Café Brasilero” se constituye en el café más antiguo de la Ciudad de Montevideo.
Nadie puede afirmar que el tiempo pasado fue mejor o peor que el actual, sin antes haber permanecido sentado tomando un café en el “Café Brasilero”.
Quizás al estar allí, contemplando la calle por sobre los respaldos de las sillas Tonet, esquivando siluetas de señores de traje, de señoras elegantes, de niños con equipos deportivos enviando mensajes de texto o de jóvenes de remera y pelo más largo que el de sus novias, la conclusión sea: ¿habrá tiempos malos y buenos, o sólo se trata de tiempos distintos?

Café Brasilero – Calle Ituzaingó 1447
Tres siglos en un instante, tres siglos en un Café.